En el libro Bíblico del Apocalipsis, en su capítulo 17, se describe una visión de Babilonia, la Gran Ramera que Cabalga sobre la Bestia:
«Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo diciéndome: Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas; con la cual han fornicado los reyes de la tierra, los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación. Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos. Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata… y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación; y en su frente un nombre escrito, un misterio:
«BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA»
BABALON es una diosa moderna. Elevada en respuesta a la represión de la divinidad femenina occidental durante los últimos dos milenios. Ella representa una serie de arquetipos: la Divinidad Femenina; la Gran Madre; el Súcubo; la Iniciadora o la Santa Ramera.
Según Aleister Crowley, al trabajar con Babalon se llega a experimentar con la divinidad en todos los aspectos físicos. Ella es Fuerza - Alegría - Goce - Éxtasis. Ella es la Gloria de la vida misma, de la pasión, del deseo, del instinto, del conflicto, de la guerra, de la crueldad y del Amor mismo. Es la Madre Divina que mata todo lo que Ella crea, y es, la Gloria del Mundo.
En otro orden, una exposición sobre el ritual de Babalon vinculado con el simbolismo griálico, la encontramos en el libro de Daniel Rodellas «El Último Secreto», siendo la siguiente:
«Aleister Crowley obtuvo el proceso místico por el cual el «ego» individual es aniquilado y simbolizado mediante el vertido de sangre en el Grial de Babalon…
Babalon era la Mujer Escarlata, la Gran Madre o también llamada la Madre de las Abominaciones. Crowley, creía que Babalon tenía un aspecto terrestre en una forma espiritual que podía estar encarnada por una mujer real y, cuyo deber era manifestar las energías del Eón Horus. Se identificaba a Babalon como una prostituta sagrada y su símbolo principal era el Grial».