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24/8/23

PLATILLOS SATÁNICOS

 




En el año 1954 Gordon Cove publicó un pequeño libro llamado «¿Quién pilota los platillos voladores?».

Si bien el autor no niega la existencia de los platillos volantes, que en aquellos momentos eran artefactos de chapa, tornillos y tuercas, su trabajo abría una curiosa hipótesis sobre sus tripulantes. 

Según el autor, Satán, era el promotor de los avistamientos de los platillos volantes, y, para ser efectivo en su complot, se apoyaría en colaboradores de otros planetas: «Satán es parcialmente impotente a menos que pueda conseguir algunos instrumentos dispuestos a trabajar. 

Por lo tanto, si Satán quiere fabricar algunos platillos voladores para facilitar el vuelo de sus malvadas huestes a través del vasto universo, también sería una gran ventaja para él tener a una raza de seres bajo su control que los fabricarían. ¿No podría él inspirar a los venusianos, si es que existen, con astucia y sabiduría sobrenatural para hacer una flota de platillos voladores y también mostrarles cómo pilotar estas máquinas sobrenaturales?» 

Incluso, los angelicales «Hermanos del Espacio» de George Adamski, serían, según Cove: «venusianos o marcianos poseídos por demonios para engañar a la humanidad y alejarnos del bien». 

La interpretación de los «platillos» como enviados del diablo está muy extendida entre los fundamentalistas cristianos, como puede imaginarse, pero de ninguna manera son los únicos que atribuyen una fuente demoniaca a los ovnis. Muchos ufólogos consideran, o lo hicieron en algún momento, que sus tripulantes eran emisarios del mal pilotando platillos satánicos.

Ilustración: Lilith Von Alexander

17/12/22

BAAL-HAZOR



Cita Brad Steiger, en «Gods of Aquarius»: «Si ya no podemos creer en las jerarquías celestiales, bastarán las jerarquías extraterrestres».

Cuando se habla de algo celestial, en oposición, tendríamos una infernal. Y en el caso que nos ocupa, la «jerarquía extraterrestre», sería sinónimo de maléfica, diabólica o Satánica.

En el pasaje bíblico «Daniel 11:37-39», algunos eruditos creen ver en el texto, con supuesto carácter profético, la venida del Anticristo, quien curiosamente, tendrá descendencia judía:

«Del Dios de sus padres no hará caso, ni del amor de las mujeres; ni respetará a dios alguno, porque sobre todo se engrandecerá. Mas honrará en su lugar al dios de las fortalezas, dios que sus padres no conocieron; lo honrará con oro y plata, con piedras preciosas y con cosas de gran precio. Con un dios ajeno se hará de las fortalezas más inexpugnables, y colmará de honores a los que le reconozcan, y por precio repartirá la tierra».

Como se puede ver, habla de un dios extranjero.

El término compuesto Baal-hazor, viene del hebreo «Ba’al»-señor, y, «Hazor»- una aldea cerca de Efraín, al noreste de Betel. Baal-hazor era también conocido como el «Señor de las fortalezas», proporcionando a más de un estudioso una conexión entre Baal y el Anticristo.

Baal era el señor de la guerra, de la tormenta y del cielo. Aunque se le otorgaron muchos más títulos y atributos, añadidos al final de su nombre. Por ejemplo:

«Baalbamoth: Señor de los lugares altos, o, Baalzebub: Señor sobre todo lo que vuela».

Su nombre tiene directa conexión con el demonio Goético «Bael», y es el origen etimológico de Baal Zebul y Beelzebuth. Belcebú: Identificado como Satanás, Mateo 10:25, Marcos 3:22, Lucas 11:15.

En «The Angelic Conspiracy» (2016), Jason Shepherd realiza esta extraña conexión:

«El Anticristo honrará a Satanás, llamado Baal, Señor de las Fortalezas, Señor de los Lugares Altos, Señor de los que vuelan, Príncipe de los Poderes del Aire, y obviamente Príncipe de los Poderes detrás de las naves voladoras en los lugares elevados… ovnis»

Robert Anton Wilson, en su «Cosmic Trigger: The Final Secret of The Illuminati», nos dice de una forma un poco difusa, o quizás, fuera de contexto lo siguiente:

«En Relatos de Belcebú a su nieto, el principal trabajo en prosa de Gurdjieff, se refiere a Inteligencias superiores interestelares que buscan ayudar y avanzar en la evolución en la Tierra»

John Keel, en su «Operación Caballo de Troya», hablando de Ashtar realiza una sorprendente conexión entre este ser y la demonología.

«Miles de médiums, psíquicos y contactados con ovnis han estado recibiendo montañas de mensajes de «Ashtar» en los últimos años. Ashtar se representa a sí mismo como un líder en los grandes consejos intergalácticos que celebran reuniones periódicas en Júpiter, Venus, Saturno y muchos planetas desconocidos para nosotros.

Pero Ashtar no es un recién llegado. Las variaciones de este nombre, como Ashtaroth, Ashar, Asharoth, etc., aparecen en la literatura demonológica a lo largo de la historia, tanto en Oriente como en Occidente. Ashtar ha existido por mucho tiempo, haciéndose pasar por una variedad de dioses y demonios, y ahora, en la fase moderna, como otro glorioso astronauta».

Baal, como dios guerrero, en Egipto, fue identificado con Set en la época de los hicsos.

En el manuscrito del siglo XVII llamado «De Daemonialitate, et Incubis, et Succubis» por el Padre Sinistrari leemos:

«Para los teólogos y filósofos, es un hecho que, mediante la cópula de los humanos con el demonio, ciertos humanos a veces nacen. Es por este proceso que nacerá el Anticristo, según el Cardenal Bellarmino111.

Además, dicen observar que, como resultado de esta causa, los niños generados de esta manera por los íncubos son altos, muy fuertes, atrevidos, magníficos y muy malvados»

Del libro de William M. Mott, «Caverns, Cauldrons, and Concealed Creatures: A Study of Subterranean Mysteries in History, Folklore, and Myth» (2007), tomamos lo siguiente:

«Satanás también fue llamado «príncipe de la potestad del aire», y, «el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia» (Efesios 2: 2).

Siendo considerado como el gobernante de una amplia gama de reinos sobre y bajo la tierra, para los cuales, tenían vehículos para atravesar el inframundo, la tierra, el mar y particularmente el firmamento.

En Zacarías, Capítulo 5, encontramos al profeta hablando con un ángel del Señor: «Nuevamente, levanté mis ojos, miré y vi un pergamino volador (¿ovni cilíndrico o en forma de cigarro?).

Y entonces él me dijo: ¿Qué ves? Y respondí, veo un pergamino volador; su longitud es de veinte codos y su anchura de diez. Entonces él me dijo: Esta es la maldición que se extiende sobre la faz de toda la tierra…»

Pórfido, un discípulo de Plotino, hablando de los Daimons ya dijo:

«Los Daimons son invisibles; pero saben cómo disfrazarse con formas y configuraciones sometidas a numerosas variaciones… Algún día emplearán la fuerza bruta; son astutos»

10/12/22

SATANIZACIÓN UFOLÓGICA



«Lo que estamos sugiriendo, es la posibilidad de que Satán se ha apoderado de uno de los planetas como su base de operaciones para atacar la Tierra. Este pensamiento… puede parecer fantástico: pero después de una fría meditación, ¿parece tan absurda? Lo primero que busca un general militar cuando se declara la guerra, es un cuartel general.

Satán es el genio militar más inteligente jamás conocido. ¿Es factible que Satán, junto con sus príncipes y potestades, sus malvados ángeles y demonios, continúe flotando aireadamente en la atmósfera durante miles de años cuando hay, literalmente, millones de planetas que estarían bien adaptados para un cuartel general?»

                                                                      Gordon Cove


En el año 1954 Gordon Cove publicó un pequeño libro llamado «¿Quién pilota los platillos voladores?». Si bien el autor no niega la existencia de los platillos volantes, que en aquellos momentos eran artefactos de chapa, tornillos y tuercas, su trabajo abría una curiosa hipótesis sobre sus tripulantes.

Según el autor, Satán, era el promotor de los avistamientos de los platillos volantes, y, para ser efectivo en su complot, se apoyaría en colaboradores de otros planetas:

«Satán es parcialmente impotente a menos que pueda conseguir algunos instrumentos dispuestos a trabajar. Por lo tanto, si Satán quiere fabricar algunos platillos voladores para facilitar el vuelo de sus malvadas huestes a través del vasto universo, también sería una gran ventaja para él tener a una raza de seres bajo su control que los fabricarían.

¿No podría él inspirar a los venusianos, si es que existen, con astucia y sabiduría sobrenatural para hacer una flota de platillos voladores y también mostrarles cómo pilotar estas máquinas sobrenaturales?»

Incluso, los angelicales «Hermanos del Espacio» de George Adamski, serían, según Cove: «venusianos o marcianos poseídos por demonios para engañar a la humanidad y alejarnos del bien».

La interpretación de los «platillos» como enviados del diablo está muy extendida entre los fundamentalistas cristianos, como puede imaginarse, pero de ninguna manera son los únicos que atribuyen una fuente demoniaca a los ovnis. Muchos ufólogos consideran, o lo hicieron en algún momento, que sus tripulantes eran emisarios del mal pilotando platillos satánicos.

Los autores Brad Steiger y Joan Whritenour escribieron:

«Ciertos cultistas de los platillos, que han estado esperando que los «Hermanos del Espacio» traigan algún regalo del cielo, continúan fomentando sermones inspirados en que vienen a traer la salvación al mundo. Los autoproclamados ministros que predican este tipo de doctrina ignoran el hecho de que no pueden ser todos los «platillos» considerados de ese modo».

Aunque admiten que, algunos extraterrestres, pueden no ser agentes de Satán, sino fuerzas benévolas enviadas para luchar en su contra. Sin matizar como se distinguen o reconocen unos de otros.

Zola Levitt y John Weldon vieron a los ovnis como señales de la «venida del Anticristo bíblico y la encarnación sobrenatural del mal», como tratan en su libro sobre Ovnis del año 1975: «¿Qué diablos está pasando?».

A diferencia de Cove, quien pensaba que los ovnis eran pilotados por demonios disfrazados, Beto Geyer, de la «Church of Jesus the Saucerian», los mostró en 1970 como a auténticos extraterrestres satánicos, aunque con un calado apocalíptico:

«Satán, el viejo príncipe de las tinieblas, y sus legiones de demonios, también son seres de otros mundos. Bajaron de otro planeta. Una vez, Satán que era miembro de los astronautas de Dios se volvió demasiado codicioso y demasiado ambicioso. Puede haber explotado a los habitantes de la tierra o de otros planetas y es posible que haya engañado a la gente para convertirlos en esclavos».

El escritor británico Patrick Harpur en su libro «Daimonic Reality» (1994), insta al lector a considerar la verdadera naturaleza de la realidad, la cual, según él: «es principalmente metafórica, imaginativa y daimónica», con lo que no quiere decir «demoníaca», maligna u ocultamente subversiva, sino una inspiración de la imaginación fluida, asombrosa y mágica».

Harpur considera que la «realidad daimónica» incluye a las hadas: «ellas nos hechizan alterando nuestras percepciones y haciéndonos ver lo que quieren... La creencia en las hadas reconoce que el encantamiento, a veces, está más en nosotros que en el mundo».

Similar al campo de la brujería, aquí también se entremezclan los términos Satán, diablo o demonio, haciendo de ellos, un solo ser.

Suponiendo que, si por «demonio» nos referimos a algún tipo de forma de vida asociada a la maldad, similar a hadas amorales y traviesas, nos encontramos entonces en un territorio pantanoso. La consideración de las personificaciones de maldad como criaturas reales y tangibles está reñida con las ideas actuales, y no sólo de lo que es «real» y posible, sino también de lo que está bien y de lo que está mal.


Extracto de Babalon (amazon- 2022)