ÁNGELES

 

Los «ángeles» enoquianos, por otro lado, no siempre tienen que ser convocados. «Cuando estés listo, vienen por tí», dijo Aleister Crowley rotundamente. 

John Dee contactó por primera vez con las entidades enochianas a principios del siglo XVII. El Dr. Dee, astrólogo de la corte de la reina Isabel y también un importante matemático, ha sido controvertido desde su propio tiempo hasta el nuestro, algunos escritores lo consideran un genio de primer rango y otros como un lunático inteligente. Según estos dos interesantes libros, «The World Stage» y «The Rosicrucian Enlightenment», ambos escritos por el escrupuloso historiador, Dr. Francis Yates, Dee fue casi con certeza uno de los principales motores de la historia. 

Los «Illuminati» y las «Hermandades Rosacrucianas» de esa época, jugaron un papel central en el nacimiento de la ciencia moderna. 

El supuesto OVNI de Urano que se comunicó con los dos oficiales de Inteligencia Naval dio un nombre, AFFA, que es una palabra en el lenguaje «angelical» utilizado por las entidades contactadas por Dee significa «La nada» o el «vacío». 

«La excelente calidad de los contactados con ovnis», dijo Jacques Vallée en este punto, «fue incoherente. Ahora tengo serias reservas sobre todos los detalles físicos que brindan», dijo: «Son como personas después de un accidente automovilístico. Todo lo que saben es que les ha sucedido algo muy grave». Solo el hecho de que tantos casos involucren a otros testigos, que ven algo en el cielo antes de que el «contactado» tenga su extraña experiencia, justifica el supuesto de que lo que sucede es más que «subjetivo».

Ilustración: Lilith Von Alexander

ORDEN DEL TRAPEZOIDE

En el «Círculo Mágico», se experimentó con rituales que exploraban los reinos de los ángulos como pasadizos hacia la cuarta dimensión. Sus miembros, usaban un trapezoide rodeado por un demonio con alas de murciélago que podía quitarse para revelar el diseño del pentagrama/666 invertido debajo.

El «Círculo» surgió como el órgano rector de la Iglesia de Satán, conocida como la "Orden del Trapezoide". Al describir los requisitos para un altar satánico, LaVey, especifica una forma trapezoidal de tres o cuatro pies de alto y de cinco a seis pies de largo. Al menos dos rituales satánicos rinden homenaje a los ángulos: «La Ley del Trapezoide - Die elektrischen Vorspiele», y «La ceremonia de los nueve ángulos», mientras que muchos otros también incluyen referencias pasajeras a la geometría mágica.

Este reveló que John Dee divisó las Claves Enoquianas a principios de 1600 usando un trapezoedro de cristal multifacético, y no una bola de cristal como generalmente se difunde.

Fue a través de este cristal en ángulo que Dee percibió las 19 Claves o «Llamadas», y que supuestamente estaban mal traducidas.

Según Anton Lavey el proceso conseguido era el siguiente:

«El cristal se aclara, y los «ángeles» se ven como «ángulos» y las puertas a la cuarta dimensión se abren de par en par, para los temerosos, Puertas del Infierno».

Para 1962 había formulado «La ley del trapezoide», y la explicó en una edición de 1976 en «The Cloven Hoof».

«Tenía amplia evidencia de que los conceptos espaciales no solo podían afectar a quienes estaban involucrados en confrontaciones visuales, sino mucho más insidiosamente, a otras partes con las que el espectador entraba en contacto. Como en cualquier otra forma de contagio, familiares, amigos y compañeros de trabajo se ven afectados por las señales de ansiedad que proyecta otro. La persona más tranquila y estoica puede verse arrastrada a una situación caótica si su entorno es suficientemente perturbador. A menudo descubrí que las aberraciones sutiles tenían un efecto más profundo que las distorsiones espaciales evidentes y fácilmente reconocibles».

En las conferencias de sobre "Distorsiones del tiempo y áreas peculiares" habló sobre su investigación personal en áreas como Devil's Slide, un vórtice costero al sur de San Francisco donde se habían producido varias muertes raras.

Babalon (pag 294).

JOHN DEE

 

John Dee contactó por primera vez con las entidades de enochianas a principios del siglo XVII. El Dr. Dee, astrólogo de la corte de la reina Isabel y también un importante matemático, ha sido controvertido desde su propio tiempo hasta el nuestro, algunos escritores lo consideran un genio de primer rango y otros como un lunático inteligente. 

Según estos dos interesantes libros, «The World Stage» y «The Rosicrucian Enlightenment», ambos escritos por el escrupuloso historiador, Dr. Francis Yates, Dee fue casi con certeza uno de los principales motores de la historia. Los «Illuminati» y las «Hermandades Rosacrucianas» de esa época, jugaron un papel central en el nacimiento de la ciencia moderna. 

El supuesto OVNI de Urano que se comunicó con los dos oficiales de Inteligencia Naval dio un nombre, AFFA, que es una palabra en el lenguaje «angelical» utilizado por las entidades contactadas por Dee significando: «La nada» o el «vacío».

Foto: Sigillum Dei Aemeth - John Dee

SIRIO

Justo a comienzos del siglo XX, un hombre llamado Lucien Francois Jean-Maine formó una orden en Haití llamada el «Culto de la Serpiente Negra», que utilizaba rituales tomados de la O.T.O de Aleister Crowley en combinación con ciertas prácticas del vudú. En 1922, estos rituales supuestamente convocaron a un ser incorpóreo que dijo llamarse Lam, curiosamente, igual que la entidad que Aleister Crowley dijo contactar un par de años antes y siendo parte del evento egipcio con Aiwass. Kenneth Grant afirmó que Crowley: 

«inequívocamente identifica a su Santo Ángel Guardián con Sothis (Sirio), o Set-Isis». 

Más tarde –durante la década de los 50 y los 60– el «contactado» George Hunt Williamson, volvió a invocar sucesivamente a ciertos supuestos moradores de Sirio, conversando con ellos en el mismo idioma «enoquiano» o «angélico» utilizado por John Dee y Aleister Crowley. 

Williamson, también habló de una sociedad secreta que había estado en contacto con seres de Sirio durante miles de años, y que el emblema de esta sociedad secreta era el Ojo de Horus, conocido también como el ojo que todo lo ve.

 (...)

A inicios de los años setenta, el reconocido autor Robert Anton Wilson estaba teniendo también sus propias experiencias con los «vecinos extraterrestres», que, en su momento, consideró como «comunicaciones telepáticas de Sirio», como relata en su libro «Cosmic Trigger». 

Aunque Wilson y Dick (Phillip K.) se conocían, nunca se mencionó Sirio en ninguna de sus conversaciones, o cualquier cosa en referencia a ser contactados por los «alienígenas». 

Desde final de los 60 a principio de los 70, Wilson recorrió algunos de los caminos que había transitado Aleister Crowley. Incursionando en la magia ritual y el aventurerismo psicodélico como un medio para abrir ciertas puertas de la percepción. 

Pero Sirio no sólo está en la tradición ocultista y en la ufológica, sino que la omnipresente «estrella perro» también ha sido relacionada con ciertos experimentos de control mental inmersos en proyecto MK-ULTRA. 

Foto: Acuarela de Aleister Crowley por Lilith Von Alexander