10/12/22

SATANIZACIÓN UFOLÓGICA



«Lo que estamos sugiriendo, es la posibilidad de que Satán se ha apoderado de uno de los planetas como su base de operaciones para atacar la Tierra. Este pensamiento… puede parecer fantástico: pero después de una fría meditación, ¿parece tan absurda? Lo primero que busca un general militar cuando se declara la guerra, es un cuartel general.

Satán es el genio militar más inteligente jamás conocido. ¿Es factible que Satán, junto con sus príncipes y potestades, sus malvados ángeles y demonios, continúe flotando aireadamente en la atmósfera durante miles de años cuando hay, literalmente, millones de planetas que estarían bien adaptados para un cuartel general?»

                                                                      Gordon Cove


En el año 1954 Gordon Cove publicó un pequeño libro llamado «¿Quién pilota los platillos voladores?». Si bien el autor no niega la existencia de los platillos volantes, que en aquellos momentos eran artefactos de chapa, tornillos y tuercas, su trabajo abría una curiosa hipótesis sobre sus tripulantes.

Según el autor, Satán, era el promotor de los avistamientos de los platillos volantes, y, para ser efectivo en su complot, se apoyaría en colaboradores de otros planetas:

«Satán es parcialmente impotente a menos que pueda conseguir algunos instrumentos dispuestos a trabajar. Por lo tanto, si Satán quiere fabricar algunos platillos voladores para facilitar el vuelo de sus malvadas huestes a través del vasto universo, también sería una gran ventaja para él tener a una raza de seres bajo su control que los fabricarían.

¿No podría él inspirar a los venusianos, si es que existen, con astucia y sabiduría sobrenatural para hacer una flota de platillos voladores y también mostrarles cómo pilotar estas máquinas sobrenaturales?»

Incluso, los angelicales «Hermanos del Espacio» de George Adamski, serían, según Cove: «venusianos o marcianos poseídos por demonios para engañar a la humanidad y alejarnos del bien».

La interpretación de los «platillos» como enviados del diablo está muy extendida entre los fundamentalistas cristianos, como puede imaginarse, pero de ninguna manera son los únicos que atribuyen una fuente demoniaca a los ovnis. Muchos ufólogos consideran, o lo hicieron en algún momento, que sus tripulantes eran emisarios del mal pilotando platillos satánicos.

Los autores Brad Steiger y Joan Whritenour escribieron:

«Ciertos cultistas de los platillos, que han estado esperando que los «Hermanos del Espacio» traigan algún regalo del cielo, continúan fomentando sermones inspirados en que vienen a traer la salvación al mundo. Los autoproclamados ministros que predican este tipo de doctrina ignoran el hecho de que no pueden ser todos los «platillos» considerados de ese modo».

Aunque admiten que, algunos extraterrestres, pueden no ser agentes de Satán, sino fuerzas benévolas enviadas para luchar en su contra. Sin matizar como se distinguen o reconocen unos de otros.

Zola Levitt y John Weldon vieron a los ovnis como señales de la «venida del Anticristo bíblico y la encarnación sobrenatural del mal», como tratan en su libro sobre Ovnis del año 1975: «¿Qué diablos está pasando?».

A diferencia de Cove, quien pensaba que los ovnis eran pilotados por demonios disfrazados, Beto Geyer, de la «Church of Jesus the Saucerian», los mostró en 1970 como a auténticos extraterrestres satánicos, aunque con un calado apocalíptico:

«Satán, el viejo príncipe de las tinieblas, y sus legiones de demonios, también son seres de otros mundos. Bajaron de otro planeta. Una vez, Satán que era miembro de los astronautas de Dios se volvió demasiado codicioso y demasiado ambicioso. Puede haber explotado a los habitantes de la tierra o de otros planetas y es posible que haya engañado a la gente para convertirlos en esclavos».

El escritor británico Patrick Harpur en su libro «Daimonic Reality» (1994), insta al lector a considerar la verdadera naturaleza de la realidad, la cual, según él: «es principalmente metafórica, imaginativa y daimónica», con lo que no quiere decir «demoníaca», maligna u ocultamente subversiva, sino una inspiración de la imaginación fluida, asombrosa y mágica».

Harpur considera que la «realidad daimónica» incluye a las hadas: «ellas nos hechizan alterando nuestras percepciones y haciéndonos ver lo que quieren... La creencia en las hadas reconoce que el encantamiento, a veces, está más en nosotros que en el mundo».

Similar al campo de la brujería, aquí también se entremezclan los términos Satán, diablo o demonio, haciendo de ellos, un solo ser.

Suponiendo que, si por «demonio» nos referimos a algún tipo de forma de vida asociada a la maldad, similar a hadas amorales y traviesas, nos encontramos entonces en un territorio pantanoso. La consideración de las personificaciones de maldad como criaturas reales y tangibles está reñida con las ideas actuales, y no sólo de lo que es «real» y posible, sino también de lo que está bien y de lo que está mal.


Extracto de Babalon (amazon- 2022)


6/12/22

OVNIS Y LO OCULTO


«Al igual que muchos contactados con los ovnis, Moi-ra y Ra-Ja Dove están convencidos de que la Era de Acuario está anunciando una nueva religión. Incluso la palabra religión ya no se usará. Para el quid principal de la cuestión tendrá un sentido mucho más profundo. La persona evolucionará al creer en algo para convertirse en algo. La persona sabrá lo que las religiones de la antigüedad siempre han tratado de demostrar sobre: «Quédate quieto y sabrás que yo soy Dios». 

De hecho, esta es la gran nueva religión. Todas y cada una de las personas sabrán que ellos son dios»

                                                                   Brad Steiger


El componente ufológico simula ser una representación actualizada de manifestaciones antiguas, es decir, los investigadores en ufología si hubiesen vivido en épocas anteriores estarían estudiando, casi seguro, Demonología.

Los mensajes que se aportan a los contactados son similares a la filosofía de la «New Age», y estos a su vez, a ciertos pasajes bíblicos.

Tanto el ovni como sus tripulantes tienen la capacidad de mimetizarse o mostrarse según las características (religiosas, ideológicas, tecnológicas…) del observador: apariciones de María para los católicos, demonios para ocultistas, djinns para musulmanes, artefactos tecnológicos, etc. Este factor indica que, quizás, no estemos hablado de algo material y sea un constructo creado por nosotros mismos.


A este respecto, Jhon Keel en su «Operación Caballo de Troya» nos dice:

«Los datos estadísticos que he extraído, y que he tratado de resumir brevemente aquí, indican que los platillos voladores no son máquinas estables que requieren combustible, mantenimiento y apoyo logístico. Son, con toda probabilidad, transfiguraciones de energía y no existen de la misma manera que existe este libro. No son construcciones permanentes de materia»


Los signos que se dan son similares a los estudiados en el campo parapsicológico, demonológico y espiritista. En un trabajo del ocultista Manel Seral Coca, llamado «Fenómenos Físicos», leemos estas conclusiones:

«Dado que los fenómenos son de la misma naturaleza, sólo podemos llegar a tres posibles explicaciones:

1. Todas las entidades sobrenaturales poseen los mismos poderes y los emplean adecuándolos a su particular característica y a la creencia del sujeto o sujetos.

2. Sólo existe una entidad sobrenatural que se divierte haciéndose pasar por cualquiera de las otras cuando le place. Aquí tendríamos al Diablo haciendo milagros o a la Virgen realizando posesiones diabólicas, por ejemplo.

3. La fuerza que produce los fenómenos procede de «otro lugar», adaptando su manifestación a las creencias del sujeto».


John Keel, en esta línea, también nos aporta algo más:

«La demonología no es solo una adicción al crack. Es el estudio antiguo y académico de monstruos y demonios que aparentemente han coexistido con el hombre a lo largo de la historia».

Se han escrito miles de libros sobre el tema, muchos de ellos por clérigos, científicos y académicos, y un número incontable de eventos demoníacos bien documentados están disponibles para todos los investigadores.

Las manifestaciones y ocurrencias descritas en esta literatura son similares, si no completamente idénticas, al fenómeno OVNI. Las víctimas de demonomanía (posesión) sufren los mismos síntomas médicos y emocionales que los contactados con ovnis.

… El diablo y sus demonios pueden, según la literatura, manifestarse en casi cualquier forma y pueden imitar físicamente cualquier cosa, desde ángeles hasta monstruos horribles con ojos brillantes. Objetos y entidades extrañas se materializan y se desmaterializan en estas historias, así como los ovnis y sus espléndidos ocupantes aparecen y desaparecen, caminan a través de las paredes y realizan otras hazañas sobrenaturales».


Brad Steiger en, «Revelation: The Divine Fire» habla de un aviso o señal previa que se da tanto en rituales ocultistas, parapsicológicos, psicofónicos, de calado espiritista o apariciones marianas:

«Varios reveladores y contactados con ovnis me han mencionado desde entonces que, justo antes de la aparición de un ser oían un extraño zumbido. Los testigos de fenómenos aéreos inexplicables también se han referido a un zumbido o un sonido poco antes de que el «platillo volante» apareciera sobre ellos. También me recuerda a gran parte de la actividad poltergeist, que produce una «señal» preparatoria de un zumbido, raspado o ruido sinuoso»

Stupple & McNeece, en el Simposio de MUFON de 1979, ya trató la relación de los ovnis y lo oculto.

«El estudio del culto de los platillos volantes demuestra repetidamente que son parte de un mundo más grande y oculto»

Y Trevor James en el Flying Saucer Review, vol. 8, N ° 1, también entró de pleno en el ocultismo.

«Un conocimiento práctico de las ciencias ocultas es indispensable para la investigación de ovnis»

El vínculo entre el ocultismo/ocultistas con los demonios, espíritus o muertos no es novedoso y es reconocido desde tiempos pretéritos con referencias escritas en las diferentes épocas.

El teólogo inglés G. H. Pember en su «Earth’s Earliest Ages and Their Connection with Modern Spiritualism and Theosophy» (1876), sobre ello escribió:

«El ocultista entra en comunicación inteligente con los espíritus del aire, y puede recibir cualquier conocimiento que posean, o cualquier impresión falsa que elijan impartir …los demonios parecen permitidos a hacer varias maravillas a su pedido».